El reconocimiento en el área de paz y reconciliación es un reflejo del compromiso de las comunidades religiosas con la construcción de una sociedad más justa y armoniosa. Este tipo de distinciones destacan el impacto positivo de iniciativas que fomentan el diálogo, la cooperación y la resolución pacífica de conflictos. A través de acciones concretas, las organizaciones interreligiosas han demostrado su capacidad para unir a las personas en torno a valores de respeto, solidaridad y reconciliación, contribuyendo a la restauración del tejido social.